jueves, 13 de enero de 2022

 

John Dewey (1859-1952)



 

1. Contexto histórico

A continuación describimos un breve panorama de los principales acontecimientos históricos que sustentaron la vida de pueblos y naciones en esta época y que de alguna manera influyeron en el contexto educativo.

Las últimas décadas del siglo XIX giraron básicamente en torno a un hecho: el surgimiento de dos nuevas naciones, Alemania e Italia.

A estos dos hechos hay que agregar la segunda revolución industrial con sus consecuencias conocidas como “la cuestión social”, cuyo intento de solución dio origen al socialismo, al marxismo y al anarquismo, los que surgen en diferentes momentos del siglo XIX.

          Iniciado el siglo XX se habían formado ya dos grandes grupos, Triple Alianza y Triple Entente, luchando ambos por el dominio territorial de las colonias de África y Oriente, así como por el poderío económico. Al mismo tiempo, los Estados Unidos arreglaban sus problemas internos y se convertían en una potencia.

La Paz Armada, a principios del siglo XX, desembocó en una larga y cruel lucha armada conocida como Primera Guerra Mundial, que llegó a involucrar a muchas naciones y que sólo termina con la rendición de Alemania, gracias a la intervención de los Estados Unidos. Durante esta guerra tiene lugar la Revolución Rusa que propicia el surgimiento de lo que se conoce como “comunismo”,cuyo desarrollo y propagación influirá en la política mundial hasta los años noventa del presente siglo.

 

Desde el punto de vista socio-histórico hay que tener en cuenta el peculiar momento que vivieron los Estados Unidos. Y por ellos cabe destacar:

 

·         Movilidad de las fronteras estadounidenses y la colonización de nuevos territorios.

·         Ductilidad y permeabilidad de la organización social.

·         Estratificación social flexible.

·         Relativización de los principios y prácticas de la herencia histórica.

·         Forma de vida democrática.

         Los años 20-40, conocidos como “período entre guerras” por su gran inestabilidad, a partir de los acuerdos firmados al concluir la Primera Guerra, propician el surgimiento de grandes dictaduras como el Fascismo y el Nazismo que van a provocar el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Y es en este contexto político y social, cuando se desarrolla lo que se conoce como Pedagogía contemporánea y el momento en el que aparece el norteamericano John Dewey.

La riqueza de tendencias y métodos pedagógicos contemporáneos (fines del siglo XIX y primera mitad del siglo XX) provoca varias tendencias.

Además, se puede decir que en los años mencionados surgen un gran número de tendencias, corrientes y métodos, todos ellos con unas ciertas características que los hacen parecidos o comunes, pero cada uno de ellos con algo especial que los hace distintos de los otros.

2. Biografía

 John Dewey  nació en Burlington, Vermont , Nueva Inglaterra  el  20 de octubre de 1859 en cuya ciudad estudio filosofía y se graduó. Murió en Nueva York, 1 de junio de 1952.

Fue un filósofo, pedagogo y psicólogo estadounidense de hecho  Dewey fue el filósofo estadounidense más importante de la primera mitad del siglo XX y fue uno de los fundadores de la filosofía del pragmatismo.

Durante la primera mitad del siglo XX, fue la figura más representativa de la pedagogía progresista en Estados Unidos. Cabe destacar los escritos que realizó sobre la educación y a su vez son influyentes los  tratados sobre arte, lógica, ética y democracia.

Sus primeras reflexiones acerca de la educación comenzaron a  desarrollarse bajo influencias que van desde Hegel que para el todo es racionalidad absoluta, necesidad y certidumbre  pasando por Peirce que le influenció en el aprender a analizar el significado de una idea en términos de consecuencias prácticas diferenciales consiguientes a su aplicación hasta llegar a Darwin que le permitió asimilar todos los “problemas” reales a una falta de ajuste entre organismo y ambiente, incluyendo también el positivismo y el conductismo

 Dewey fue contratado y enseñó Filosofía en la Universidad de Michigan siendo también director del Departamento de Filosofía, a la vez que iba elaborando su propio pensamiento. Dicha filosofía que desarrollo defendía la unión entre la teoría y la practica, la cual era el mejor ejemplo de su propio quehacer de intelectual y militante político.

Su pensamiento se basa  en la creencia de que “democracia es libertad”, y por eso mismo dedico toda su vida a diseñar una argumentación filosófica para fundamentar esta convicción y a militar para poder llevarla a la práctica.

 John Dewey, era muy querido por sus alumnos, a los que tomaba muy en serio y con quienes se mostraba cortés en clase evitando imponerles sus propios puntos de vista.

Durante su estancia en Michigan tuvo tres hijos.

Fue por estos años cuando comenzó su interés por la política y las teorías sobre la democracia, un paso en el que Alice su esposa tuvo una enorme influencia.

El cruce entre lo filosófico, lo educativo y lo político es lo que constituye el rasgo más característico de la obra de Dewey, tanto la filosofía como la educación no pueden desligarse la una de la otra y según Dewey la democracia es el nombre de ese proceso permanente de liberación de la inteligencia.

Dewey definía a la educación como un instrumento de transformación de la acción social y un método fundamental del progreso donde el maestro al enseñar no solo educa individuos, sino que contribuye a formar una vida social justa.

Todas las críticas de John Dewey a la escuela tradicional dieron lugar a la propuesta de una nueva forma de hacer, de un nuevo método que se fundamentó en la experiencia y en la acción y cuya finalidad estuvo encaminada a la formación de ciudadanos aptos para la vida en democracia.

En el año 1902 es contratado por la Universidad de Chicago y nombrado director dela Escuela de Educación, donde impartió clases de Filosofía, Psicología y Pedagogía. Chicago fue una ciudad que le atrajo mucho debido a que encontró en ella un prometedor clima de reforma social y política.

En ocasiones Dewey escribía a su esposa Alice desde la universidad de Chicago, y le transmitía estas palabras: “A veces pienso que dejaré de enseñar directamente filosofía, para enseñarla por medio de la pedagogía”.

En 1904 debido a problemas burocráticos, Alice se vió separada de la dirección de la Escuela Laboratorio y Dewey dejó su cargo en la Universidad de Chicago y pasó al Teachers College de la Universidad de Columbia, en Nueva York donde permaneció hasta su jubilación en el año 1922.

 Durante los diez años en que más viajes realizó, es decir entre 1918 y 1928 (un año después de la muerte de Alice Chipman) publicó una docena de libros, además de múltiples artículos y otras colaboraciones.

En el año 1930 Dewey visita Francia, donde es nombrado doctor honoris causa por la Universidad de La Sorbona. Como se había dicho anteriormente, John Dewey se retira de la docencia activa en 1922, aunque sigue como profesor de la Universidad de Columbia.

En 1946, a los ochenta y seis años, contrae matrimonio con Roberta L.Grant y recibe el doctorado honoris causa porla Universidad de Oslo

Habría que nombrar, como último autor a Willian Hears Kilpatrick, nacido en 1871 en White Plains, Georgia. Dicho autor, fue el pedagogo que realizó el mayor esfuerzo para que el nuevo tipo de educación, más centrada en el profesor que en el alumno y tal como se articulaba filosóficamente en el riguroso pensamiento de Dewey, pudiera difundirse y desarrollarse con la ayuda de indicaciones metodológicas.

John Dewey, en ningún momento de su vida dejó de combatir en defensa de la democracia, la justicia y la igualdad entra las razas y las clases sociales, ejerciendo la gran autoridad moral que había adquirido.

Finalmente en el año 1952 muere John Dewey a los noventa y tres años en Nueva York, el 1 de Junio.

3.  Obras

PRINCIPALES OBRAS DEL AUTOR

Las obras más importantes de John Dewey sobre la pedagogía son tres:

- Mi credo pedagógico (1867)

- Escuela y sociedad (1899)

- Democracia y educación (1916).

Pero escribió muchas más.

“Mi credo pedagógico” (1867), en este libro Dewey considera que la educación tiene su punto de partida en los procesos psicológicos y sociales que rodean al niño. Un trabajo que aunque breve tuvo una enorme influencia en su época. Se trata de una declaración de principios acerca de las creencias educativas que, desarrolladas a lo largo de su vida con argumentos más elaborados, marcarían el resto de su vida. En el libro formula cinco artículos titulados:

Artículo 1º:

“Toda educación procede por la participación del individuo en la conciencia social de la raza. Este proceso comienza inconscientemente casi desde el nacimiento, y está continuamente formando las capacidades del individuo, saturando su conciencia formando sus hábitos, educando sus ideas y despertando sus sentimientos y emociones.(…) La única educación verdadera se realiza estimulando la capacidad del niño por las exigencias de las situaciones sociales en que se halla”.

Artículo 2º: Lo que es la escuela.

"La escuela es, primariamente, una institución social. Siendo la educación un proceso social, la escuela es simplemente aquella forma de vida en comunidad en la que se han concentrado todos los medios más eficaces para llevar al niño a participar en los recursos heredados de la raza y a utilizar sus propias capacidades para fines sociales” .

Artículo 3º: Las materias de enseñanza

“Las materias del programa escolar han de marcar una diferenciación gradual partiendo de la primitiva unidad inconsciente de la vida social”.

Artículo 4º: La naturaleza del método

“La cuestión del método se puede reducir en último término a la cuestión del orden de desarrollo de las capacidades e intereses del niño. La ley para presentar y tratar las materias es la ley implícita en la propia naturaleza del niño”.

 Artículo 5º: La escuela y el progreso social

“La educación es el método fundamental del progreso y de la reforma sociales”

Las obras más importantes como son:

“Escuela y sociedad (1899)” se compone de una serie de conferencias donde Dewey expone sus experiencias en la pequeña escuela experimental que fundó en 1896, en Chicago, que se llamo “Escuela Laboratorio” o “Escuela de Dewey” “En escuela y sociedad, Dewey subraya la importancia que tiene incluso desde el punto de vista educativo las transformaciones tecnológicas y la llamada “revolución industrial”

“Democracia y educación” es también uno de sus escritos filosóficos y trabajo pedagógico más importante y, probablemente el libro sobre educación más completo que se haya escrito en el siglo. Es difícil de encontrar un problema educativo actual que no esté preludiado en esta obra de 1916 y para el que la misma no de alguna respuesta imprescindible. En el parte de las ideas de la sociedad democrática para aplicarlas a los problemas de la obra educativa: sus objetivos, métodos… “Una valoración crítica de las teorías del conocimiento y del desarrollo moral que fueron formuladas en condiciones sociales anteriores democráticas pero que ahora dificultan la realización del ideal democrático" .

“Cómo pensamos” (1910) es un breve tratado de lógica “instrumentista” que escribió teniendo en cuenta sobre todo sus aplicaciones pedagógicas. Es la obra clave donde, con el mismo rigor científico que propone para el trabajo escolar, expone y desarrolla algunos principios que fundamentan su propuesta pedagógica, como el pensamiento reflexivo. El aprender cómo aprender a pensar o el método sistemático. En él se basan por ejemplo los planteamientos de Schon referidas al profesional reflexivo.

Las obras más propiamente de carácter filosófico son la obras de su madurez:

La experiencia y la naturaleza (1925),

La busca de la certeza (1930)

Lógica y teoría de la investigación (1938).

4. Métodos y conceptos básicos de la pedagogía

PENSAMIENTO PEDAGÓGICO

John Dewey fue uno de los mayores representantes de la psicología experimental en la pedagogía. Realizó de una propuesta pedagógica que tuvo una gran trascendencia en la posterior historia de la pedagogía y dicha pedagogía se sustentaba en tres pilares que van a estar presentes durante toda su trayectoria: filosofía, política y educación. Ese cruce indisociable de lo filosófico, lo educativo y lo político es precisamente lo que constituye el rasgo más característico de la obra de Dewey.

Dewey se formó como filósofo y enseguida se adhirió a una corriente llamada pragmatismo. Junto con otros autores fueron la base para la elaboración de una filosofía general del conocimiento, certeza y verdad a la que se dio el nombre de “instrumentalismo”, ya que ponían en evidencia el valor instrumental del pensamiento para resolver situaciones problemáticas reales. Esta teoría general es una de las bases de su propuesta pedagógica.

El MÉTODO DEWEY

Esta propuesta pedagógica desarrollada por Dewey, tenía unos rasgos fundamentales.

Dewey considera que los conceptos en los que se formulan las creencias son construcciones humanas meramente provisionales, pues tienen una función instrumental y están relacionados con la acción y la adaptación al medio.

Además critica el enfoque clásico sobre el conocimiento y lo contrapone a su perspectiva experimental y científica.

El principal elemento que se relaciona con la teoría del conocimiento de Dewey, y probablemente el más importante de toda su filosofía, es el concepto de experiencia.

Para él la experiencia es un intercambio entre el ser vivo con su medio ambiente físico y social y no una mera cuestión de conocimiento.

La experiencia para Dewey se basa en conexiones y continuidades e implica procesos de reflexión e inferencia.

Dewey propone una reconstrucción de las prácticas morales y sociales, y de las creencias, mediante la aplicación de métodos científicos y su conocimiento crítico.

También cree conveniente la aplicación de las ciencias empíricas en problemas éticos, sociales y políticos.

Todo esto nos lleva a exponer su pensamiento social y político:

Mantiene una posición crítica respecto de la sociedad industrial, y a su vez mantiene una distancia enorme respecto del marxismo.

Dice este autor que “la democracia no es sólo un asunto institucional sino una forma de vida asociada que se construye con la colaboración activa de todos.” Las personas deben poder determinar inteligentemente sus objetivos participando, a la vez, libremente y con igualdad en la realización de un asunto común.

Por eso mismo, hablar de supuestos filosóficos de Dewey y hablar de su propuesta pedagógica llega a ser casi la misma cosa.

La educación progresiva propuesta por Dewey debemos contraponerla a la concepción educativa tradicionalista, basada en el ejercicio de las facultades, en la disciplina moral y mental y en un método de instrucción autoritario.

Dewey rechaza ciertas doctrinas pedagógicas como: la perspectiva de considerar a los niños como candidatos a adultos, la idea de que el progreso y el conocimiento son contemplados como aproximaciones a un objetivo invariable, la educación como adiestramiento de las facultades, la educación como formación…

CONCEPTOS BÁSICOS DE LA PEDAGOGÍA

Dewey estuvo profundamente interesado en la reforma de la teoría y de la práctica educativa. Contrastó sus principios educativos en la escuela laboratorio de carácter experimental, denominada Escuela Dewey, instituida en la Universidad de Chicago en 1896.

Dewey pensaba que lo ofrecido por el sistema educativo de su época no proporcionaba a los ciudadanos una preparación adecuada para la vida en una sociedad democrática. Consideraba además, que la educación no debía ser solamente  una preparación para la vida futura, sino que debía proporcionar y tener pleno sentido en su mismo desarrollo y realización.

Su trabajo y sus escritos influyeron significativamente en los profundos cambios experimentados en la pedagogía de Estados Unidos en los inicios del siglo XX.

Criticó la educación que enfatizaba tanto la diversión relajada de los estudiantes, como el mantenerles entretenidos sin más, así como la orientación exclusiva hacia el mundo profesional.

Como filósofo, Dewey subrayó todo lo práctico, esforzándose en demostrar cómo las ideas filosóficas pueden actuar en los asuntos de la vida diaria. Su planteamiento lógico y filosófico cambiaba continuamente, adaptándose a las necesidades y a las circunstancias concretas.

Como ya hemos dicho, aunque compartió el pragmatismo con G.H. Mead y W. James, sus primeras reflexiones acerca de educación comienzan a desarrollarse bajo otras influencias que van desde Hegel a Darwin.

Dewey concibe la escuela como un espacio de producción y reflexión de experiencias relevantes de la vida social que permite el desarrollo de una ciudadanía plena.

Para Dewey filosofía y educación no pueden desligarse la una de la otra. La filosofía para Dewey era concebida como un medio de ajuste social, un método para descubrir, y a la vez un instrumento para interpretar, los conflictos sociales y la educación es el laboratorio de comprobación de las hipótesis que la filosofía va trazando.

Según Dewey la educación intencional o institucional tiene tres etapas:

Primera etapa: Donde las materias de enseñanza se manifiestan en la familiaridad y el trato con las cosas que aportan ya los niños a la escuela.

Segunda etapa: Esa base material se ampliará y profundizará mediante el saber transmitido.

Tercera etapa: Refundición de lo ampliado en un conjunto ordenado racional y lógicamente.

Estas tres fases, sin embargo, sólo satisfarían las necesidades individuales, pero no las sociales, y el plan de estudios ha de ser elaborado con el fin de corregir la vida social.

Ello conduce a incluir en primer lugar lo absolutamente necesario; lo relacionado con las experiencias en las que participan los grupos sociales más numerosos, dejando los detalles para después.

Según Dewey la escuela democrática requiere la modificación completa de todos los presupuestos estructurales que co determinan esa relación de dependencia entre la Administración y los enseñantes y por tanto entre éstos y los alumnos.

5. Aportaciones

APORTACIONES METODOLÓGICAS

Dewey pretendía formular sobre bases enteramente nuevas una propuesta pedagógica en oposición a la escuela tradicional, y todo ello acorde con el avance psicopedagógico de su tiempo.

Sin embargo, la obra de Dewey no tiene una orientación fundamentalmente didáctica o metodológica como la de Decroly o Freinet. No existe, en rigor, un método Dewey, ya acabado y codificado para ser aplicado o adaptado. Cuando Dewey habla de método, lo hace de una manera abstracta, lo cual llega a veces a decepcionar a los educadores que se acercan a su obra.

Dewey confía en el desarrollo de la ciencia y en la contribución de ésta para la mejora de la vida humana. Esta actitud general se refleja también en el ámbito pedagógico. Ve como necesario la construcción de una ciencia para la educación, pero esta ciencia no puede suministrar un repertorio de reglas para la práctica escolar.

Dewey estima que la práctica educativa implica un manejo inteligente de los asuntos y esto supone una apertura a la deliberación del educador en relación con su concreta relación educativa y con las consecuencias que se pueden derivar de los diferentes cursos de acción.

Dewey considera que el método educativo debe derivarse del método científico, con todas las adaptaciones que sean necesarias. En este sentido amplio existe un “método Dewey”, el llamado “método del problema”, que consiste en un proceso secuenciado mediante el cual se plantea el aprendizaje como una actividad de investigación, llevada a cabo por grupos de alumnos bajo la tutela y orientación de un educador.

La propuesta metodológica de Dewey tiene cinco fases:

1ª Fase: Consideración de alguna experiencia actual y real del niño, en el ámbito de su vida familiar o comunitaria.

2ª Fase: Identificación del algún problema o dificultad suscitados a partir de esa experiencia; es decir, un obstáculo para la experiencia sobre el cual tendremos que trabajar para intentar estudiarlo y salvarlo.

3ª Fase: Inspección de los datos disponibles, así como la búsqueda de soluciones viables.

4ª Fase: Formulación de hipótesis de solución, que funcionará como idea conductora para solucionar el problema planteado.

5ª Fase: Comprobación de hipótesis por la acción, la práctica es la prueba del valor de la reflexión.

Otra aportación metodológica de Dewey es la famosa Escuela-Laboratorio, la cual resultó decisiva en su itinerario pedagógico.

6. Escuela Dewey

En el año 1894 le dijo a su esposa Alice: “Hay una imagen de una escuela que crece en mi mente todo el tiempo, una escuela donde alguna actividad constructiva real y literal será el centro y la fuente de todo el asunto, y de la cual el trabajo debe estar siempre creciendo en dos direcciones, los cambios sociales de ese sector constructivo y el contacto con la naturaleza a los que abastece con sus materiales.” (Dewey, 1894).

John Dewey propuso una escuela que mantenía “el trabajo teórico en contacto con las demandas de la práctica” como el componente más esencial de un departamento de pedagogía.

La dirección de esta Escuela la llevaban Dewey y su esposa Alice. En su escuela Dewey tuvo la ocasión de someter a prueba las hipótesis de trabajo planteadas en sus publicaciones pedagógicas,viendo así las dificultades que planteaban a la hora de ponerlas en práctica.

La escuela comenzó a funcionar en Enero de 1896 con dieciséis alumnos y dos maestros. El número de alumnos fue creciendo paulatinamente, y al concluir la experiencia, en 1904, la escuela comprendía ciento cuarenta alumnos de cuatro a quince años y quince docentes, la ratio era por tanto muy baja. Con la escuela, Dewey, mostró la posibilidad de construir un currículum basado en las llamadas ocupaciones, que consistían en actividades funcionales, prácticas y formativas del plano físico, intelectual, estético y moral, ligadas al medio social del niño. Las materias de estudio se derivaban a partir de actividades teóricas y prácticas relacionadas con estos cuatro tópicos. Por ejemplo, a partir de los trabajos de la madera, Dewey proponía trabajar aritmética, botánica, química, historia, física, geografía…

Los niños estaban divididos en grupos de edades, donde los más pequeños participaban en actividades que  se desarrollaban en su entorno, como por ejemplo cocina y carpintería. A los 6 años construían granjas con bloques, diseñando donde estaba el plantado de trigo y algodón, procesando así como se transporta su cosecha al mercado. Los niños de 7 años de edad, estudiaban la vida prehistórica en cuevas de su propia invención, mientras que sus vecinos de 8 años, centraron su atención en la labor de los navegantes fenicios, en Robinson Crusoe y aventureros, como Marco Polo, Magallanes y Colón. La historia y la geografía local ocupaban la atención de los niños de 9 años de edad. El trabajo de los grupos de los niños de mayor edad es menos estricto, centrado en períodos históricos particulares, y se centra más en los experimentos científicos de anatomía, electromagnetismo, economía política, y la fotografía.

Las actividades profesionales señalaron, por un lado hacia el estudio científico de los materiales y procesos implicados en su práctica y por otro hacia su papel en la sociedad y la cultura. También trabajan las matemáticas, geología, física, biología, química, lectura, arte, música e idiomas.

Hay que señalar que la escuela logró llevar a cabo sus objetivos iniciales por la implicación de un grupo de docentes altamente motivado y formado, que sintonizó con las ideas progresistas y supo llevarlas a la práctica, con la colaboración de padres muy interesados por la nueva educación y de alumnos de clase media y alta que tenían una disposición favorable hacia el trabajo escolar. La escuela tuvo realmente éxito en el logro de sus objetivos, con el desarrollo de un currículum abierto, en el cual los niños indagaban sobre la realidad natural, social e histórica.

La experiencia finalizó al no contemplarse la renovación del contrato de Alice como directora de la escuela. En vistas de ello, Dewey dimitió de todos sus cargos en la Universidad de Chicago, incluyendo su responsabilidad frente a la escuela elemental.

La finalización de esto, supuso el fin de uno de los mayores proyectos en la trayectoria pedagógica de Dewey.

A pesar de que no pretendía ni esperaba que los métodos de la Escuela Laboratorio se desarrollasen en otros lugares, mantenía la esperanza de que su escuela sirviese como fuente de inspiración para aquellos que buscaban transformar la educación pública, así como un campo de entrenamiento y centro de investigación para la reforma.

domingo, 5 de diciembre de 2021

Marxismo

 

Marxismo

El marxismo es el conjunto de doctrinas derivadas de la obra de Karl Marx, filósofo y periodista alemán, y de su compañero Friedrich Engels, quien le ayudó en muchos de los avances de sus teorías.

El principal argumento en el que se basa el marxismo es que el capitalismo es un sistema económico cuya estructura es errónea. Y, por tanto, debe ser reemplazada por otra que abolirá el sistema de propiedad burguesa y el libre mercado de bienes y servicios. Ver comunismo

De acuerdo con Marx, el problema clave del capitalismo es que genera la explotación de los trabajadores. De ahí que Marx para fundamentar su teoría se apoye, entre otras cosas, en su conocida tasa de plusvalía.

En resumen, según el marxismo el capitalismo debe terminar porque es nocivo para los trabajadores y el sistema debe cambiar.

Marxismo

Origen del marxismo

El origen del marxismo se sitúa a mediados del siglo XIX. Sin embargo, gana relevancia a finales del XIX. Fecha en la que Karl Marx expandió y popularizó sus ideas a través de sus obras. Entre ellas, se sitúa en un lugar muy relevante la obra de El Capital (1867).

Los defectos del capitalismo según el marxismo

Así, para el marxismo, dos defectos ocasionan tal sistema de desigualdad sobre los más débiles:

  • El excedente de mano de obra: Bajo este concepto, la burguesía no se lucra por la venta de su producto a un precio por encima del coste de materiales más la mano de obra. Sino que, se lucran al pagarle al trabajador por debajo del valor de su labor.

Esta capacidad de la burguesía para manipular a los trabajadores, les permite devaluar la mano de obra, creando así ganancias para sí misma. Es más, los marxistas ven al capitalismo como el creador de un círculo vicioso que ocasiona que los trabajadores sean explotados cada vez más.

  • Naturaleza intrínseca del capitalismo: Mientras que el Estado puede controlar todos los aspectos del socialismo, desde la producción hasta la distribución, el capitalismo es controlado por el libre mercado. Es decir, en un sistema capitalista, las decisiones son tomadas por cada productor y cada consumidor. De hecho, el marxismo acentúa esta diferencia, afirmando que solo una economía planificada puede descubrir verdaderamente los mejores métodos de producción y distribución.

Además, el marxismo defiende que las economías capitalistas se retroalimentan de las crisis económicas. Karl Marx creía que esta dependencia de las depresiones económicas podría causar estragos a largo plazo. Y, por lo tanto, abogaba para que una comunidad planificada reemplazara tal sistema.

Principales características del marxismo

Entre las principales características del marxismo y que explican en qué consiste, podemos destacar las siguientes:

  • La sociedad debe ser igualitaria: El marxismo quiere acabar con la lucha de clases. Es decir, pretende que no existan clases sociales. Todos deben tener lo mismo.
  • Abolir la propiedad privada: Pretende, al igual que el comunismo, que no exista propiedad privada. Es decir, que todo sea de todos.
  • El capitalismo explota a los trabajadores: Según el marxismo, el capitalismo explota a los trabajadores. Y, concretamente, se queda con parte del fruto de su trabajo (plusvalía).
  • El valor del trabajo se mide por horas de producción: A más horas-hombre de producción, más valiosa es la producción. Así lo definió Karl Marx en su teoría del valor trabajo.
  • Reducción del consumo: Aboga por reducir el consumo innecesario y consumir solo lo que le es estrictamente necesario.
  • Autosuficiencia: Además, propone la autosuficiencia. Es decir, que la sociedad produzca todo lo que necesita sin depender de otros países u otras comunidades. Por su parte,
  • Adaptación de las necesidades: Según el marxismo, cada uno debe aportar según sus necesidades.
  • Medios de producción en poder en el Estado: El marxismo propone que los medios de producción se encuentren en manos del Estado y, por ende, en manos del pueblo.
  • Medios de comunicación en poder del Estado: Los medios de comunicación deben ser públicos.
  • El marxismo es la teoría que propone la puesta en práctica del comunismo: El comunismo es el modelo ideal, mientras el marxismo es la teoría de Karl Marx que propone la puesta en práctica del mismo.

En resumen, el marxismo consiste en la construcción de una nueva sociedad ideal en la que no exista desigualdad.

Ideas principales del marxismo

La teoría de la economía marxista mantiene que el capitalismo eventualmente se autodestruirá, a medida que explota a más y más trabajadores. De esta manera, el proletariado —el conjunto de la mano de obra— actúa como un catalizador para la caída del capitalismo y surgimiento del nuevo sistema socialista. Es lo que se conoce como dialéctica.

En otras palabras, el concepto de la dialéctica ilustra que la caída del capitalismo y el subsiguiente surgimiento del socialismo, y consiguientemente del comunismo, son inevitables. La burguesía (tesis) y el proletariado (antítesis) chocan para crear el socialismo (síntesis), que garantiza el advenimiento del comunismo. Sin embargo, la dialéctica, de ser continuada, también concluye que el comunismo no puede ser la síntesis final ya que siempre sucederá un nuevo surgimiento.

En resumen, los marxistas afirman que el comunismo —como supuesto estado dialéctico final— proporciona más libertad que otros sistemas económicos y que la redistribución de la riqueza resolverá muchos problemas. Es más, Marx propone el empleo de las instituciones del Estado, como por ejemplo, el uso de los impuestos para financiar la compra y distribución de los medios de producción a los trabajadores que, al paso del tiempo, formará un mercado de competencia perfecta.

Además a nivel religioso, el marxismo originario se postula en contra. Según Karl Marx, la religión es el opio del pueblo. En este sentido, afirma Marx, la salvación de la humanidad está en la tierra no en el cielo.

Representantes del marxismo

Entre los representantes o autores marxistas principales, se encuentran:

  • Karl Marx (1818-1883). Padre del marxismo.
  • Friedrich Engels (1820-1895). Coautor de las obras de Marx.

Es decir, los autores de las obras que dan origen al marxismo. Pero, adicionalmente, podemos encontrar los siguientes:

  • Vladimir Lenin (1870-1924): Quien desarrolla la idea del marxismo-leninismo. Una idea práctica para llevar a cabo el marxismo.
  • Nikolái Bujarin (1888-1938): Fue un famoso revolucionario bolchevique, editor de un antiguo diario de la Unión Soviética llamada Pravda.
  • León Trotski (1879-1940): Dirigió al Ejército Rojo en la Guerra Civil rusa y fundó la IV Internacional.
  • Antonio Gramsci (1891-1937): Fue miembro fundador del Partido Comunista italiano.
  • Ernesto «Che» Guevara (1928-1967): Impulsó el comunismo en Cuba y dio origen al foquismo.

LA DUCACION HOLISTICA

 LA DUCACION HOLISTICA

¿Qué es la educación holística y qué beneficios ofrece? La elección del colegio es una cuestión que tiene un significado muy importante en relación con la educación. Por ello, cuando te encuentras en el momento de valorar esta elección, descubres las características de distintos proyectos educativos. Existe un concepto que describe con nitidez la potencialidad del desarrollo humano: el aprendizaje holístico.

De este modo, los niños aprenden contenidos relacionados con distintas materias que, a su vez, conectan con la realidad. Sin embargo, la esencia del saber y del desarrollo es integral porque el niño crece y se desarrolla desde el punto de vista humano, social, emocional, psicológico, creativo, cultural… La educación integral observa al niño como alguien verdaderamente feliz cuando se desarrolla en las diferentes facetas que forman parte de su ser. De este modo, la educación es una fuente de experiencias que facilitan este camino de adquisición de nuevas habilidades y valores.

Desarrollo completo del niño

Esta visión integral de la educación también recuerda que lo aprendido en el aula tiene aplicación más allá de la clase. Es decir, este horizonte es muy importante para la propia vida como muestran, por ejemplo, las habilidades sociales que el niño pone en práctica en el vínculo con otros compañeros de juegos.

La educación integral recuerda que cada ser humano es único desde su infancia pero, además, su evolución potencial también desprende la sabiduría vital de esta esencia individual. Esta educación ofrece recursos y herramientas. El niño es un ser con deseos, preguntas, sentimientos, emociones… Reducir la educación a un único aspecto sería como tener una visión reduccionista de la grandeza que habita en su corazón. ¿Qué beneficios ofrece la educación holística y por qué es tan importante este concepto?

La importancia de la educación holística en el ámbito escolar queda de manifiesto, por ejemplo, en los valores principales que describen el proyecto del centro. Valores que, a su vez, es importante que comparta la propia familia para alimentar el diálogo con el equipo docente a partir de esta visión.

Que Es Educacion Holistica

Una educación que conduce a la felicidad

La educación es una preparación para la etapa adulta y en cada periodo vital, el alumno cumple los objetivos propios del ciclo en el que se encuentra. Sin embargo, a veces, es habitual establecer una relación de causa y efecto entre la formación y el éxito.

Pero existe un concepto que pone nombre al verdadero triunfo: la felicidad. La educación holística, por tanto, parte de un enfoque que orienta al niño en esta experiencia del bienestar y la alegría. En esta educación holística una adquieren especial relevancia el desarrollo de las habilidades sociales y, también, la conexión con la naturaleza.

Cuestiones que conectan con la esencia del niño como ser social que, a su vez, encuentra en la naturaleza un nuevo hogar. Este aprendizaje holístico, que nace del encuentro con la realidad, también expresa la vinculación que existe entre las diferentes materias que el estudiante aprende en el colegio.


jueves, 2 de diciembre de 2021

JUAN VELASCO ALVARADO

 

JUAN VELASCO ALVARADO: CINCUENTA AÑOS DESPUÉS



Existe un antes y un después en la historia del Perú tras la dictadura de Juan Velasco Alvarado. Conversamos con María Alayza y con Santiago Pedraglio, docentes PUCP, para que nos brinden un análisis sobre el gobierno militar.


Han pasado cincuenta años del golpe de Estado impulsado por el general Juan Velasco Alvarado, que derrocó a Fernando Belaunde Terry el 3 de octubre de 1968. De esta forma, se instauró el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada, el cual, por sus reformas y características particulares, es aún materia de debate. ¿En qué contexto social y político sucedió? ¿Qué representó la reforma agraria? ¿Cuál es el balance final del gobierno militar?

 

De acuerdo con María Alayza, profesora del Departamento de Ciencias Sociales de la PUCP, antes del golpe de Estado de Velasco, en el país, había demandas de cambios a todo nivel. La reforma agraria, la ampliación de las bases de trabajo y la educación en las regiones asomaban como reivindicaciones pendientes.

 

“Existía la sensación de una sociedad muy estratificada, jerarquizada, autoritaria y muy poco inclusiva, donde la política se veía como un espacio restringido. Había ciertas voces de cambio, pero sin espacios de canalización de estos procesos”, dice la docente.

 

En ese sentido, asegura que el golpe “respondió, de una manera muy abierta, a estas necesidades en la medida en que, como toda dictadura, impuso una agenda, que en este caso estaba muy marcada por un discurso que hoy día lo llamaríamos de inclusión social”.

 

Por su parte, Santiago Pedraglio, docente del Departamento de Comunicaciones de la PUCP, explica los antecedentes del golpe: “El gobierno de Fernando Belaunde Terry, que ganó en 1963, no tenía la mayoría en un Parlamento Nacional que era dominado por la coalición APRA – UNO y que bloqueaba la gestión del ejecutivo”. En total, diez ministros fueron censurados durante esa etapa. “El congreso aparecía como arrasador y el gobierno como una fuerza que no podía imponerse”, afirma.

 

Por otro lado, Pedraglio señala que los campesinos hicieron importantes tomas de tierras entre los años cincuenta y comienzos de los sesenta : “Las comunidades buscaban recuperar las tierras que habían sido expropiadas por los terratenientes. En esos tiempos, se imponía una estructura de la hacienda semifeudal; los derechos ciudadanos valían poco”. Además, recuerda que, como respuesta a esa coyuntura, diversos partidos planteaban una reforma agraria que Belaunde Terry también prometió durante su gobierno, pero que, a la larga, no llevó a cabo.

 

Pedraglio indica que la denuncia de la pérdida de la célebre página once del Acta de Talara, convenio firmado entre el gobierno y la International Petroleum Company (IPC) el 13 de agosto de 1968, fue el hecho que, finalmente, desencadenó el golpe de Estado contra el gobierno de Belaunde Terry.

 

Reforma agraria

 

“Campesino, el patrón no comerá más de tu pobreza”. Esta frase icónica forma parte del discurso que dio Juan Velasco Alvarado para promulgar la Ley de Reforma Agraria, el 24 de junio de 1969. Sin duda, este fue el momento más representativo de su gobierno y generador de intensos debates hasta el día de hoy.

 

Para Alayza, en ese momento, la propuesta de la reforma agraria era importante porque los latifundios, sobre todo en la sierra, figuraban como propiedades que no eran productivas para la gente. “Pero se planteó que, frente al patrón que se sacaba del latifundio, aparecía el Estado a través de los técnicos que eran los que, de alguna manera, dirigían las cooperativas y las diferentes instancias que se fueron creando”, cuenta.

 

Para la docente, eso produjo un escenario contradictorio. “El carácter tecnocrático no necesariamente logró satisfacer a la gente. Tampoco hubo suficientes programas de apoyo al campesino, como capacitaciones o créditos, que lo ayudaran en términos de sostenibilidad. La reforma agraria empezaba y terminaba con la distribución de la tierra, y no miraba el futuro. ¿Hacia dónde vamos? ¿Cómo esta reforma fortalece la economía y el mercado? Fue vista solo como una reivindicación de un grupo de la sociedad y quizás eso lo hacía polémico para otros sectores”, indica.

 

Por su parte, Santiago Pedraglio destaca el rol que tuvo la reforma en su momento. “El velasquismo logró sentenciar y sacar de escena a la propiedad terrateniente, que era una vergüenza que existiera. En las zonas andinas, las condiciones de vida de los campesinos eran de servidumbre. Pero el gran lema ‘la tierra es para quien la trabaja’, en muchos casos, no llegó a concretarse porque los militares, con su estructura vertical, crearon un aparato burocrático que en la práctica generó problemas muy complicados de gestión. La figura era más de un control de espacios por parte del Estado que una entrega real de las tierras a los campesinos. Esta entrega hubiera permitido el impulso de un pequeño y mediano empresariado rural”, detalla.

 

Balance

 

Para María Alayza, desde el punto de vista histórico, como fenómeno latinoamericano, el gobierno militar de Velasco fue particular. “Siempre hemos tenido una tremenda dificultad para explicar, fuera de la sociología, qué fue el gobierno de Velasco. Porque fue una dictadura que trajo cambios sociales que las democracias no querían comprometerse a realizar, a pesar de que se conocían las demandas y las movilizaciones de distintos sectores”, expresa.

 

“Lo fuerte y lo difícil de entender en ese momento era cómo un golpe de Estado – y eso fue lo extraño, porque está en contra de la democracia- termina abriendo una serie de compuertas que estaban cerradas en la sociedad”, continúa. “El problema es que una institucionalidad que no es representativa se deslegitima y algo de eso sucedió”, añade.

 

Por su parte, para Pedraglio, a partir de lo ocurrido se replanteó la narrativa del Perú realizada hasta ese momento. “El relato de la historia que organiza el gobierno de Velasco reivindica que el proceso de la independencia tuvo su primer momento con la rebelión de Túpac Amaru II. Me parece un asunto muy importante porque rescata una figura y modifica el eje del proceso de la independencia. No la enfoca solo desde cuando llegó San Martín. Con eso no minimizo su presencia o la de Bolívar, ni lo que se hizo en coordinación con los peruanos, con todas las limitaciones. Pero esa reubicación de piezas en la historia es fundamental, de cara al bicentenario, en términos de perspectivas”, afirma.

 

Por otro lado, las características de un gobierno militar nunca serán reconocidas en las aspiraciones democráticas de un país. “Era una dictadura muy corporativa. La eficiencia estaba relacionada con un mando militar y las fuerzas armadas se asignaron el papel tutelar del país. Pero las fuerzas armadas no deben tener un papel tutelar, deben estar bajo el mando de un estado democrático”, opina Pedraglio.

 

Para finalizar, el docente señala que “la expropiación de los periódicos fue un error clarísimo, porque incluso falló en el propósito que intentó justificar esa decisión, que era democratizar los medios, y los terminó convirtiendo en voceros del gobierno”.

Ortografía:

 

Qué es Ortografía:

Como ortografía se designa al conjunto de reglas y convenciones que rigen la escritura de una lengua. En este sentido, forma parte de la gramática normativa.

La palabra proviene del latín orthographĭa, que a su vez viene del griego ὀρθογραφία. Como tal, está compuesta por los vocablos ὀρθος (órthos), que significa ‘correcto’, y γράφος (gráphos), ‘escritura’.

De allí que también se emplee el término ortografía para referirse a la forma correcta de escribir una lengua, sin faltas ortográficas y respetando sus normas. Por ejemplo: “La ortografía de Fabián es impecable”.

Como tal, la función de la ortografía es mantener la unidad lingüística en el idioma que comparte una comunidad de hablantes. En este sentido, las reglas ortográficas no pretenden sino homogeneizar los principios que rigen la escritura del código lingüístico, con la finalidad de que este pueda ser descifrado y entendido por todos sus hablantes, incluidos aquellos que se encuentran en proceso de adquirir este idioma como segunda lengua.

En la lengua española, la institución que se ha atribuido la labor de crear un tratado ortográfico de la lengua ha sido, inicialmente, la Real Academia Española de la Lengua, en España. Esta, junto con las academias de los países hispanoamericanos, incluidos Estados Unidos, Filipinas en Asia, y Guinea Ecuatorial en África (de breve incorporación), conforman en conjunto la Asociación de las Academias de la Lengua Española, la cual se ha encargado de revisar y aprobar la versión más reciente de la Ortografía de la Lengua Española, en 2010, en consonancia con las políticas panhispánicas de unidad lingüística.

Si lo desea también puede ver nuestro artículo sobre Gramática.

Ortografía especializada

La ortografía especializada, por su parte, es una rama de la ortografía que se encarga de velar por el correcto empleo de todos aquellos signos ortográficos que no son letras sino símbolos, como el punto (.), la coma (,), el punto y coma (;), los dos puntos (:), los signos de exclamación (¡!), los de interrogación (¿?), las comillas («…», “…”, ‘…’), la raya (—), el guion (-), la barra inclinada (/), etc.

Ortotipografía

Por otro lado, también existe la ortografía tipográfica, más comúnmente conocida como ortotipografía, encargada de definir la manera en que se usan y combinan en textos impresos los diferentes elementos tipográficos de una lengua, tales como las redondas, las negritas, las cursivas, las versalitas, etc. Son, sobre todo, normativas de estilo para textos en formato impreso, de allí que sean, en cierta medida, más flexibles, y se adapten al criterio editorial adoptado.

Francisco Bacon

 

Francisco Bacon (1561-1626)

Destacado filósofo, auténtico progenitor del “materialismo inglés y en general de las ciencias experimentales de los tiempos modernos” (Marx). Hizo una severa crítica a la ideología medioeval, estimando que la escolástica y la teología no debían tener injerencia en los trabajos de la ciencia. Bacon comprobó que en la ideología del medioevo existía una serie de prejuicios y de representaciones falsas y desfiguradas (“ídolos') sobre la Naturaleza, que obstaculizaban el avance de la ciencia. Luchando por un conocimiento efectivamente científico, enseñó que la “filosofía auténtica” debe tener un carácter “práctico”, debe construirse sobre la base del análisis de los fenómenos de la Naturaleza y seguir en sus deducciones los datos de la experiencia. Bacon elaboró el método empírico en filosofía. Sostuvo que la fuente de toda conocimiento son los sentidos, y que el objeto de la investigación es la Naturaleza, la materia, que ésta no es homogénea ni abstracta, que posee diversas cualidades, diversos formas. Marx señaló que, según Bacon, “los sentidos son infalibles y constituyen la fuente de todo conocimiento. La ciencia es experimental y consiste en aplicar el método racional a los datos que nos suministran los sentidos. La inducción, el análisis, la comparación, la observación y la experimentación, son las condiciones esenciales de un método racional”. El hombre no puede conocer ni dominar la Naturaleza, sino “obedeciéndola”, es decir, siguiendo sus leyes. La Naturaleza se halla en estado de movimiento que, a juicio de Bacon, es la propiedad interna inalienable de la materia. Reconocía la variedad cualitativa múltiple del movimiento de la materia, sin reducirlo al desplazamiento mecánico de los cuerpos en el espacio. Enumeró diecinueve clases de movimiento. “Las formas primarias de la materia son fuerzas esenciales vivas, individualizadoras, internamente inherentes a ella y que crean las diferencias específicas”, escribía Marx, caracterizando las concepciones baconianas del movimiento. Sin embargo, Bacon no pudo resolver correctamente el problema de las formas del movimiento de la materia, y su filosofía en general tiene un carácter mecanicista. Bacon fue el primero que con mayor rigor elaboró el método inductivo de conocimiento en la ciencia. Afirmaba que en el proceso del conocimiento hay que partir del análisis de las cosas y de los fenómenos individuales, que toda verdad auténtica debe apoyarse en el mayor número posible de hechos, de cuya confrontación obtiene el hombre la posibilidad de elevarse de lo singular, de lo individual, a lo general, a las deducciones. Bacon no fue un materialista consecuente. Su materialismo está cargado. de “inconsecuencia teológica” (Marx). En sus concepciones sobre la historia de la sociedad, Bacon adoptó posiciones idealistas. Su clasificación de las ciencias, a la que da por base las diversas “facultades del alma” (la memoria, la imaginación, el entendimiento), también es idealista. Bacon reconocía la existencia de Dios y la inmortalidad del alma. Pero, no obstante la limitación histórica de sus concepciones, su filosofía significó un gran paso en la historia del materialismo. Los clásicos del marxismo tuvieron en gran aprecio el papel progresista de Bacon, cuyas ideas ejercieron mucha influencia sobre los filósofos que le siguieron: Hobbes, Locke y los materialistas franceses del siglo XVIII. Las obras fundamentales de Bacon son: Novum Organum (ver), 1620; Dignitate et Augmentis scientiarum (De la dignificación y progreso de la ciencia), 1623.

Diccionario filosófico marxista · 1946:23-24

Francis Bacon (1561-1626)

Francis Bacon 1561-1626Eminente filósofo inglés, “…verdadero padre del materialismo inglés. Para él, la ciencia de la naturaleza es la verdadera ciencia, y la física experimental, la parte más importante de la ciencia de la naturaleza” (Engels, “Del socialismo utópico al socialismo científico”, en Marx/Engels, Obras escogidas, t. II, p. 87, Ed. esp., Moscú, 1952). Convencido de que la teología trababa el progreso de la ciencia, Bacon sometió la filosofía medieval a una crítica severa. En su lucha por el conocimiento científico, decía que la “verdadera filosofía” debía tener un carácter “práctico”, vale decir, fundarse en el análisis de los fenómenos de la naturaleza y los datos de la experiencia.

Veía la fuente de todo conocimiento en la sensación y designaba a la naturaleza, a la materia, como el objetivo de la investigación. Marx hizo hincapié en que, para Bacon “los sentidos son infalibles y constituyen la fuente de todo conocimiento. La ciencia es una ciencia experimental que consiste en la aplicación del método racional a los datos de los sentidos. Inducción, análisis, comparación, observación, experimentación, tales son las condiciones esenciales de un método racional” (Marx/Engels, Obras, Ed. alem.).

El hombre no puede conocer y someter a la naturaleza “más que obedeciéndola”, vale decir, conformándose a sus leyes. La naturaleza se halla en estado de movimiento, que es su propiedad inmanente. Bacon reconocía la diversidad cualitativa del movimiento de la materia, que no reducía al simple desplazamiento mecánico en el espacio. No obstante, en razón de las condiciones históricas y del nivel de la ciencia en su época, no pudo resolver el problema de las formas del movimiento de la materia. En el conjunto, su filosofía es mecanicista. Su clasificación de las formas del movimiento (contaba diecinueve) es artificial y anticientífica. Bacon fue el primero en elaborar de manera detallada el método inductivo. El punto de partida del conocimiento es, según él, el vínculo causal, el análisis de los diversos objetos y fenómenos; toda verdad auténtica debe apoyarse en el mayor número posible de hechos; al confrontarlos, el hombre tiene posibilidad de elevarse de lo particular, de lo individual, a lo general, a las conclusiones. Sin negar la necesidad del pensamiento abstracto, no comprendía el verdadero papel de este aspecto del conocimiento y menospreciaba la deducción. Su método gnoseológico es metafísico.

La obra capital de Bacon Novum Organum (1620) que tituló así para distinguirla de la obra de Aristóteles, Organon, critica a fondo las concepciones escolásticas y analiza las ideas falsas que traban el progreso de la ciencia. Bacon divide esas ideas ilusorias y supersticiosas en cuatro “fantasmas” (ídolos): “ídolos de la tribu”, “ídolos de la caverna”, “ídolos del foro” e “ídolos del teatro”. Los “ídolos de la tribu” tienen su origen en la naturaleza del espíritu humano: “El entendimiento humano es semejante a un falso espejo que, al mezclar su propia naturaleza con la de las cosas, deforma y desfigura las imágenes que refleja”. Los “ídolos de la caverna” son los del individuo y dependen de su educación, de sus gustos, de sus hábitos, del círculo que lo rodea. Los “ídolos del foro” aparecen debido a que los hombres, unidos por el lenguaje, se sirven de las palabras al nivel de la multitud. Los “ídolos del teatro” son engendrados por los diferentes sistemas filosóficos erróneos, especialmente idealistas.

Bacon no era un materialista consecuente. Su doctrina, según la expresión de Marx, no se había librado todavía de la “inconsecuencia teológica”. Admitía a la vez la eternidad de la materia y la existencia de Dios. Proclamaba la dualidad de la verdad: la revelación que pertenece al dominio de la teología, y la causalidad que pertenece al de la ciencia. De este modo, adjudicaba dos almas al hombre: un alma pensante, racional, y otra, de naturaleza sensible e irracional. La primera, es creada por Dios, en tanto que la segunda es material, corporal. El materialismo de Bacon linda por consiguiente con la teología, la religión, aunque esta última no desempeña en su filosofía el papel principal. Su clasificación de las ciencias, fundada en las diferentes “facultades del alma” (memoria, imaginación, entendimiento), es idealista.

Bacon aborda igualmente la sociedad como idealista. Sus puntos de vista sociales y políticos reflejan los intereses de la gran burguesía y de la nobleza aburguesada de Inglaterra. Sostuvo activamente la expansión de Gran Bretaña, la idea de su dominación mundial, la conquista de la India. Consideraba la monarquía absoluta como la mejor forma de Estado. Según él, el pueblo es fuente de malestar. A pesar de las contradicciones e inconsecuencias que abundan en su filosofía, a pesar de su tendencia a conciliar la ciencia con la religión, las ideas de Bacon han desempeñado un gran papel en el desarrollo de la filosofía premarxista, y ejercieron una influencia considerable sobre los filósofos materialistas Hobbes (ver) y Locke (ver) así como sobre los materialistas franceses del siglo XVIII.

Principales obras: Novum Organum y De principiis atque originibus.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:36-37

Francis Bacon (1561-1626)

Filósofo inglés, fundador del materialismo y de la ciencia experimental moderna. Al subir al trono Jacobo I, alcanzó altos cargos en el estado y fue nombrado lord canciller del reino. Autor del famoso tratado «Novum Organum» (1620) (a diferencia del «Organon» de Aristóteles) en el que expuso una nueva concepción de los objetivos de la ciencia y las bases de la inducción científica. Después de proclamar que el fin del saber estriba en la capacidad que posee la ciencia para aumentar el poder del hombre sobre la naturaleza, Bacon señaló que sólo podría alcanzar dicho fin la ciencia que llegara a conocer las verdaderas causas de los fenómenos. Por esta razón se manifestaba contra la escolástica. La ciencia precedente adolecía de «dogmatismo» –pues el sabio deducía el sistema de proposiciones de sus propios conceptos, como la araña teje su cendal–, o de «empirismo», en cuanto el sabio se preocupaba sólo de recoger hechos sin penetrar en su significado. En consecuencia, Bacon exigía que se adoptara una actitud escéptica respecto a todo el saber anterior. Sin embargo, reconocía la posibilidad del conocimiento fidedigno, mas para alcanzar la verdad consideraba necesario reformar el método. El primer paso de tal reforma debía consistir en limpiar la mente de los errores («ídolos») que constantemente la amenazaban. Parte de esos errores se deben a inclinaciones del intelecto propias de todo el género humano; parte, a inclinaciones propias de ciertos grupos de sabios e incluso de ciertos individuos; parte de los errores aludidos arrancan de la imperfección e inexactitud del lenguaje, y, finalmente, parte de ellos son fruto de asimilar sin espíritu crítico, opiniones ajenas. Una vez eliminadas las concepciones falsas, es posible abordar el verdadero método de la nueva ciencia. Según Bacon, esta ciencia ha de consistir en la reelaboración racional de los hechos de la experiencia. Las premisas de sus conclusiones («axiomas medios») serán proposiciones basadas en conceptos que se hayan obtenido por medio de la generalización metódica o de la inducción. La concepción analítica del experimento nos proporciona la condición previa de la inducción. Esta concepción, desarrollada unilateralmente, condujo, según palabras de Engels, a que Bacon (y tras él, Locke) trasladara de la ciencia natural a la filosofía el método metafísico del pensar tal como se había constituido en la ciencia de los siglos XV-XVI. En su teoría de la inducción. Bacon señaló por primera vez el valor de las denominadas instancias negativas», es decir, de la selección de casos que contradicen la generalización y que exigen, por tanto, que ésta se revise por no estar suficientemente fundamentada. En cuanto al desarrollo del materialismo filosófico. Bacon, en primer lugar, restableció la tradición y llevó a cabo –desde este punto de vista– una revalorización de las teorías filosóficas pasadas: exaltó el materialismo griego de los primeros tiempos y puso al descubierto los errores del idealismo. En segundo lugar, elaboró una interpretación materialista propia de la naturaleza basándose en la concepción de la materia como un conjunto de partículas y viendo la naturaleza como un conjunto de cuerpos dotados de múltiples cualidades. Consideraba que una de las propiedades inherentes a la materia era el movimiento que, en Bacon, no se reducía al desplazamiento mecánico (enumeró diecinueve clases de movimiento). Todas estas concepciones de Bacon son un reflejo de las nuevas necesidades y exigencias que en Inglaterra se presentaban a la ciencia en la época de la primera acumulación capitalista. Sin embargo, Bacon no fue un materialista consecuente. Su doctrina, según expresión de Marx, se halla aún plagada de «inconsecuencia teológica». Bacon expuso sus ideas políticas en «La nueva Atlántida», utopía en la que se representa el florecimiento económico de una sociedad ideal; en ésta la vida está organizada sobre las bases racionales de la ciencia y de una técnica avanzada, aunque se conserva la contraposición entre clases dominantes y clases subordinadas.

Diccionario filosófico · 1965:36-37

Francis Bacon (1561-1626)

Filósofo inglés, fundador del materialismo y la ciencia experimental de la Edad Moderna. Durante el reinado de Jacobo I alcanzó una alta posición en el Estado, pasando a ser lor-canciller. Autor del famoso tratado Nuevo Organon (1620) (a diferencia del Organon de Aristóteles), en el que desarrolló una nueva concepción de las tareas de la ciencia y las bases de la inducción científica. Al proclamar que la finalidad del conocimiento consistía en la capacidad de la ciencia de aumentar el poder del hombre sobre la naturaleza, Bacon consideraba que esta finalidad podía ser alcanzada únicamente por la ciencia, capaz de descubrir las verdaderas causas de los fenómenos. Por eso se pronunciaba contra la escolástica. La ciencia pasada adolecía o bien de “dogmatismo”, por cuanto el científico deducía el sistema de postulados de sus propios conceptos, a semejanza de como la araña teje su telaraña, o bien de “empirismo”, porque el científico sólo aspiraba a recolectar hechos impensados. Así pues, Bacon exige ocupar una posición escéptica respecto a todo el saber anterior. Sin embargo, reconoce la posibilidad del saber auténtico, pero considera que para conocer la verdad es necesario reformar el método. El primer paso de esta reforma debe ser la depuración del intelecto de los extravíos (“ídolos”) que le amenazan en todo momento. Una vez eliminadas las concepciones falsas, es posible pasar al método auténtico de la nueva ciencia. Según Bacon, dicha ciencia debe constituir una transformación racional de los hechos de la experiencia. Las premisas de sus deducciones (“axiomas medios”) serán los postulados basados en los conceptos obtenidos mediante la generalización metódica o la inducción. La premisa de la inducción es la intelección analítica del experimento. Desarrollada unilateralmente, esta intelección condujo a que Bacon (y luego Locke) trasladara el método metafísico de pensamiento, formado en la ciencia de los siglos 15-16, de las ciencias naturales a la filosofía. En su teoría de la inducción, Bacon señaló por primera vez el significado de las denominadas instancias “negativas”, es decir, de una selección de casos que contradicen a la generalización y que requieren de este modo revisarla como insuficientemente fundamentada. El mérito de Bacon en el desarrollo de la filosofía consiste, ante todo, en que, en primer lugar, restableció la tradición materialista y realizó –bajo este ángulo de vista– la transvaluación de las doctrinas filosóficas del pasado; enalteció el materialismo griego inicial y puso al desnudo los extravíos del idealismo. En segundo lugar, Bacon formuló su propia comprensión materialista de la naturaleza, poniendo en su base el criterio acerca de la materia como conjunto de partículas, y sobre la naturaleza como conjunto de cuerpos dotados de múltiples cualidades. Una propiedad inalienable de la materia es el movimiento que Bacon no circunscribe al desplazamiento mecánico (contaba 19 variedades del movimiento). Todas esas concepciones de Bacon reflejaban las nuevas necesidades y demandas que se presentaban a la ciencia en Inglaterra en la época de la acumulación originaria del capital. Ahora bien, Bacon no era un materialista consecuente. Las convicciones políticas de Bacon se reflejaron en la Nueva Atlántida (1617), utopía que presenta una floreciente sociedad ideal, en la que la vida está organizada sobre las bases racionales de la ciencia y de la técnica desarrollada, pero conservándose las clases dominantes y sometidas.

  John Dewey (1859-1952)   1. Contexto histórico A continuación describimos un breve panorama de los principales acontecimientos his...